PETROGLIFOS DE TORO MUERTO
Los Petroglifos de Toro Muerto se componen de más de 5000 bloques de piedra volcánica, que se desprendieron de las crestas rocosas, en edades geológicas, y grabados con figuras antropomorfas, zoomorfas, y geométricas, entre otras. Las técnicas utilizadas para estos grabados pétreos en bajorrelieve fueron el rayado, percusión, golpeado y desastillado. Esta zona es considerada el repositorio de arte rupestre más grande y rico en todo el mundo. Las figuras fueron hechas por pobladores de las culturas Wari (Ayacucho), Collagua (Colca y Condesuyos) e Inca (Cusco) en su constante paso desde el Ande hacia la costa en busca de cochayuyo y pescado, aproximadamente entre los años 500 a. C. y 1.300 d. C.
Los petroglifos fueron descubiertos por el Dr. Eloy Linares Málaga en 1951 y desde entonces han sido investigados por varios estudiosos, sin contar lamentablemente con un inventario completo de este lugar. Entre las diferentes y muy variadas figuras, resaltan diseños de aves (como el cóndor), cuadrúpedos (como felinos y llamas), serpientes, y particulares danzantes con posturas en movimiento y con máscaras o lágrimas en sus ojos. Estas representaciones hacen suponer a los arqueólogos que fueron pintados con el propósito del concepto agua – fertilidad. Desde 1982 los vestigios fueron declarados Patrimonio de la Nación.
Los petroglifos se ubican en una terraza aluvial de la margen derecha del río Majes, ocupan una extensión de aproximadamente cinco kilómetros cuadrados en el distrito de Uraca, provincia arequipeña de Castilla. A pie el recorrido toma aproximadamente unas 2 horas y 30 minutos. |
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RESTOS ARQUEOLÓGICOS DE LA WACA O PUERTO INCA
La Reserva Turística Nacional Quebrada de la Waca o Puerto Inka, es el más importante centro arqueológico de la costa peruana entre Nazca (Perú) y Copiapo (Chile). Data de hace unos 4.000 años en los cuales, durante el transcurso de los tiempos, varias culturas fueron asentándose, la última fue la cultura Inca. Cuentan los lugareños que en determinadas estaciones llegaban a este balneario, desde la capital del imperio incaico, hombres cargando en sus hombros una majestuosa silla de oro adornada con piedras preciosas, y que sentado en ella iba el máximo gobernante Inca. Aunque no se puede certificar la existencia de esta silla, lo que sí se puede presenciar son restos del Camino Real que hubo para interconectar la costa sur del Perú con el Cusco. Por este camino, los chasquis o mensajeros abastecían rápidamente de pescados y mariscos a los cusqueños. Puerto Inca fue el principal proveedor de producto marino para el Cusco. Sus antiguos pobladores se dedicaban principalmente a la extracción de pescados y mariscos y al secado de los mismos, para su comercialización en todo el Tahuantinsuyo.
El complejo arqueológico está constituido por varias construcciones como chullpas, tumbas, plazas ceremoniales, colcas o depósitos, destacando la zona denominada el secadero. Las viviendas del complejo son amplias, de formas rectangulares y cuadradas, están construidas a base de piedras canteadas unidas con mortero de argamasa que se asemeja al cemento actual, hecha en base a la deshidratación de la cal, obtenida al quemar conchas de mariscos y mezclar el todo con arena.
Quebrada de la Waca o Puerto Inca se ubica en la provincia de Caravelí, a 417 km al noroeste de la ciudad de Arequipa (6 horas y 30 minutos en auto), se llega hasta la caleta de Chala, a la altura del desvío en el Km 603 de la Panamericana Sur. En la provincia de Caravelí uno puede encontrar todos los servicios turísticos necesarios. Para la excursión se recomienda zapatos o zapatillas de trekking, protector solar, gorro, hidratación y ropa ligera. |
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